Los padres del niño de nueve años y 70 kilos piden una 'segunda oportunidad'

El pasado septiembre, la Consejería de Bienestar gallega decidió asumir la tutela del menor e ingresarlo en un centro de menores ante su preocupante estado de salud, que llevó a los servicios sociales a considerarlo en una situación de "desamparo".
El niño tiene nueve años y pesa 70 kilos


"Si corre algún riesgo, lo entrego, pero que me dejen llevarlo al médico para que valoren al chaval", ha manifestado este viernes su progenitor, Luis Montoya, ante los medios de comunicación.


Los servicios de la Xunta venían siguiendo el caso desde hace cuatro años a raíz de un informe médico del Servicio de Pediatría del Complejo Hospitalario Universitario de Ourense. Con cinco años, el niño fue atendido en el centro sanitario al presentar un cuadro de insuficiencia respiratoria grave como consecuencia de su obesidad mórbida. Entonces, su peso estaba en 61,5 kilogramos.

Con esa edad el niño "no abría los ojos porque tenía los mofletes hinchados", según el anterior informe. El Servicio Gallego de Salud (Sergas) le facilitó unos aparatos durante tres o cuatro meses para que pudiera abrirlos.

El 23 de septiembre, la Xunta decidió asumir la tutela del niño y decretó su ingreso en un centro de menores para que perdiese peso, a la vista de que en el hogar familiar no había logrado perder peso. La decisión administrativa no se ha hecho efectiva porque el niño está desaparecido.

'Ha cambiado'
Según sus padres, en estos momentos el pequeño Montoya está en casa de unos familiares. Desde que la decisión de la Xunta, el menor "ha cambiado en todo. Él come sus comidas, comida sana, y no quiere ver delante la bollería", ha dicho el padre.

Según él, el pequeño ha adelgazado después de mes y medio de dieta más de diez kilos (pasó de 81 a 70,5) con lo que su padre aseguró ante los medios de comunicación que "tiene solución", por lo que pide al juez una nueva oportunidad.

Margarita, la madre, no ha parado de afirmar que "el niño está bien y sólo quiere seguir su régimen, se conforma con la comida que le damos. De ahora en adelante va a ir muy bien".

Los padres defienden que ahora su vástago sigue una dieta basada fundamentalmente en productos cocidos, a la plancha y de verduras, complementada con ejercicio físico.

Riesgo de trauma
El abogado de la familia, José Manuel Rodríguez Díaz, declaró que solicitará la suspensión provisional del internamiento del menor en el centro de A Carballeira durante el proceso judicial y anunció la presentación de un recurso.

El letrado recordó que no existe abandono, malos tratos, ni inducción a la mendicidad, drogadicción o alcoholismo ni otro trastorno de sus padres, con lo que considera que no existe "deterioro en la integridad moral del menor".

Incidió en que la resolución de la Xunta no dice cuáles son los preceptos que incumplen los progenitores y subraya que no existe ningún estudio psicológico por parte de administración autonómica sobre el trauma que puede ocasionar al menor la separación de su familia.

A la espera de una respuesta, los padres coinciden en que uno de sus mayores deseos es poder celebrar el cumpleaños de su hijo, que tendrá lugar el próximo 11 de noviembre, con toda la familia.